Responsabilidad Social

San Pedro fue una de las primeras empresas que encaró un programa de responsabilidad social empresarial en el país. A partir de la década de 1980, lanzó su programa integral de salud, educación y promoción deportiva, cultural y social.

La cobertura facilitó la formación y consolidación de clubes y centros de la comunidad que se proyectaron a lo largo del tiempo: Club de Madres de San Pedro, Club de Jóvenes Renacer, Club de Niños San Pedro, Club de Alcohólicos Anónimos, Grupo de Al Anon, Grupo Deportivo Apolo XI, Comité de Salud y Vivienda, Comité de Padres de Familia y Casos de Oficina.

Las actividades partieron del Censo de Población y Vivienda de San Pedro que estableció en 115 el número de familias, en Higuerahuayco, La Galana, Palca Chica, Camacho, Camachito, Gutiérrez, Sauces, Quimbanda Baja, Quimbanda Alta, La Estrella, Centro, La Quebreada, Sacarí, Papagayo, Huayllahuasi, Floresta y Callejones.

A partir del censo, se implementó el programa de vivienda con el componente importante de dotación de agua potable. En salud fueron tratadas las enfermedades frecuentes, infecciosas, parasitarias, dermatológicas o subsecuentes del embarazo, bocio, chagas y alcoholismo, mientras que en educación se consolidó el ciclo básico con cinco cursos y se otorgó el servicio de desayuno escolar que combinó los alimentos nutritivos y energéticos para el desarrollo de las actividades diarias y psicomotrices de los niños.

La Capilla de San Pedro

El 28 de diciembre de 1991 fue consagrada la Capilla de San Pedro por Mons. Jesús Pérez, Arzobispo de la Arquidiócesis de Chuquisaca. Su diseño arquitectónico fue realizado por el Arquitecto Ramiro Muñoz Moyano, quien se inspiró en las iglesias y capillas del cañón de Cinti. Es parte del entorno, por ello el visitante siente que la Capilla de San Pedro Mártir estuvo allí toda la vida. Monseñor Jesús Pérez, cuando vio la obra decía asombrado “No es una Capilla, es una Catedral”.